En el mes de Agosto como requisito para poder finalizar segundo año de aviación militar los Cadetes de la LXII (62 promoción) viajaron a la ciudad de Guayaquil para permanecer en la gloriosa Escuela de Infantería Aérea y formar el vigésimo quinto curso de ¨SEGURIDAD Y DEFENSA TERRESTRE DE BASES AÉREAS.¨
Aquí su esfuerzo tuvo que ser desarrollado al máximo y demostrar que un cadete de la Fuerza Aérea no tiene limitaciones, teniendo que incrementar tanto sus habilidades físicas y mentales, elevando su vocación de ser militar y demostrando su espíritu de infante aéreo.
Los días empezaban con una UDT en la madrugada y los trotes al final de la misma, para continuar con largas y cansadas horas de tácticas de combate urbano, adiestramiento de armas, la más importante ¨Seguridad Terrestre de Bases Aéreas¨ entre otras que complementaban la instrucción, luego para poder relajarse se demostraba las habilidades deportivas; para así alcanzar la noche donde el fortalecimiento y las vueltas no podían faltar.
Todo esto les llevo a tener un buen desenvolvimiento en el terreno donde tuvieron que dar seguridad a una base improvisada por toda una larga noche en la cual la defensa no fue facil, muchos intentos de allenarla existieron sin conseguir el minimo logro posible; así se vio la luz llegando a su graduación de campaña formándose como un:
¨ESPECIALISTA DE SEGURIDAD¨
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